Sigifredo López Tobón (1963)
Después de siete años de cautiverio y de ser el único sobreviviente del secuestro de los 12 diputados, se convierte en símbolo de la vida en medio de la tragedia.
Su familia y amigos más cercanos nunca perdieron la esperanza de volverlo a ver y jamás dudaron de su inocencia. Tras su segunda liberación asumió las banderas como defensor de las personas detenidas injustamente en las cárceles colombianas por medio de su fundación ‘Defensa de Inocentes’.
Fue inspector de policía, concejal y alcalde de Pradera. Elegido por dos períodos consecutivos diputado de la Asamblea Departamental del Valle. Liberal de convicción, impulsó el desarrollo de los municipios de Florida y Pradera.
En la Asamblea promovió el desarrollo de la agricultura para contrarrestar el monocultivo de caña. Inició estrategias para generar empleo en el campo y para evitar la migración de campesinos hacia las ciudades.
Contando granos de maíz asimiló más rápido el lenguaje de las matemáticas que el de las palabras, sin embargo, años después terminó haciendo de la escritura su gran aliada: nunca ha parado de escribir poemas, con su esposa Patricia se enamoraron escribiéndose. Mientras estuvo en cautiverio el ajedrez, la fe y la escritura lo mantuvieron en pie.