El proceso de paz con las FARC trajo consigo el desafío de la reconciliación. El perdón no es un derecho, ni un deber. Para la filosofía el perdón es un imposible. Va contra la cultura dominante en la medida en que la sociedad contemporánea se guía por la reciprocidad: “se da algo a cambio de algo”. Bajo este marco, la respuesta a una ofensa es la venganza.