Carlos Alberto Cendales Zúñiga (1974-2002)
Desde niño quiso ser miembro de la Policía Nacional. Jugaba a ser policía y se disfrazaba para hacerlo. De joven estuvo tentado a estudiar Derecho pero finalmente optó por la carrera policial, que culminó en la Escuela de Policía Simón Bolívar de Tuluá, en donde se graduó como subintendente. Sirvió en distintas funciones dentro de la institución, por lo cual obtuvo distinciones y reconocimientos.
Mantuvo una relación muy cercana con todos sus hermanos y su madre era la destinataria de las atenciones mas especiales. Su mayor alegría: el nacimiento de Luisa, su hija.
“Cuando me visitaba en Popayán, Carlos Alberto esperaba a que Fernando, mi esposo, se fuera a dormir y de pronto se me presentaba totalmente uniformado, se miraba al espejo diciéndome: “¡Algún día me voy a poner este uniforme!, cuando termine de estudiar, voy a ser policía (…) Con amor incondicional escribí el texto “Un sueño para morir” a mi hermano. Éramos, además de hermanos, muy amigos, muy cercanos. Dejó recuerdos imborrables que me motivaron a escribir. En un sueño presentí lo que iba a pasar; en otro me contó lo que pasó”.
Luz Marina Cendales, hermana.